En las alergias el sistema de defensas que protege el cuerpo de amenazas como bacterias y virus reacciona de manera exagerada a sustancias que generalmente no causan daño.
Las alergias se relacionan tanto a los genes como al medio ambiente; las sustancias que pueden causar alergias se conocen como alérgenos, y los más conocidos son: alimentos o medicamentos, polvo, polen, moho, caspa de mascotas y otros animales como cucarachas o incluso la temperatura ambiente o la luz del sol.
Las alergias no son hereditarias pero hay una mayor probabilidad de desarrollarlas si ambos padres o la madre las padecen. Las relacionadas con medicamentos y alimentos pueden tener manifestaciones graves que en casos severos llevan a la muerte. Hoy me referiré a una de las más comunes pero también más subestimadas: la rinitis alérgica.
La rinitis alérgica afecta a una o dos de cada 10 personas, puede presentarse en cualquier edad o sexo. Es más frecuente en áreas industrializadas. A veces los síntomas son leves o moderados y las personas se acostumbran a vivir así, sin buscar atención, sin embargo a largo plazo pueden afectar las actividades diarias, los estudios, la vida laboral o social.
Los síntomas son parecidos a los de un resfriado, por lo que a veces se confunden:
- rinorrea (secreción nasal),
- estornudos en salva (se les llama así porque ocurren uno tras otro);
- picazón o comezón en la nariz o los ojos.
A diferencia de un resfriado en las alergias no hay malestar general o fiebre y síntomas como la tos o el dolor de garganta son raros. Cuando la alergia es prolongada se pueden agregar:
- nariz tapada,
- oídos tapados,
- disminución del olfato,
- ojeras,
- fatiga,
- dolor de cabeza,
- sequedad y sangrados por nariz.
Otras condiciones que pueden tener síntomas similares a las alergias son: infecciones, alteraciones en la anatomía de la nariz, abuso de drogas inhalables o cáncer.
Las rinitis alérgicas se clasifican en dos tipos:
- Intermitentes, cuando los síntomas se presentan menos de cuatro días a la semana o menos de cuatro semanas y las
- Persistentes, que están presentes más de cuatro días a la semana y por más de cuatro semanas.
En la ciudad de México por el clima y las condiciones ambientales es más común la persistente, que se intensifica en alguna temporada. Una de las complicaciones más frecuentes de las rinitis alérgicas no tratadas de manera adecuada es la sinusitis y algunas personas pueden tener asma.
Para tratar bien una alergia es indispensable acudir al médico y tener una historia
clínica completa en la que se pueda determinar si los síntomas varían con el momento del día, la temporada o la exposición a mascotas u otros animales.
Existen pruebas en la piel que ayudan a identificar a qué se debe la alergia y puede ser necesario hacer otros estudios para descartar se trate de otra enfermedad.
El tratamiento de las alergias consiste en evitar lo que causa los síntomas; muchas veces esto no es posible y es necesario tomar medicamentos. En algunos pacientes con síntomas difíciles de controlar las vacunas antialérgicas pueden ser útiles. En todos los casos es importante no automedicarse y acudir con el médico/a.
Cuida tu salud.