Comienza de manera tan leve que ni el paciente, ni sus familiares se dan cuenta. Al principio son pequeños olvidos que se van haciendo más frecuentes, después viene la dificultad para las tareas que requieren pensar un poco, se deja de aprender y olvidamos el nombre de las cosas que son familiares o no sabemos cómo regresar a casa. Puede ser que también perdamos el interés por lo que antes nos gustaba, el mundo deja de importar y ya no queremos relacionarnos con los demás.
A medida que progresa, lo síntomas son más claros, perdemos la personalidad, no somos capaces de leer o escribir, no sabemos quién somos, usamos unas palabras por otras, tenemos cambios súbitos en el estado de ánimo y podemos ser violentos, tener alucinaciones, delirios o inquietud.
En la etapa final, ya no entendemos el lenguaje, no reconocemos a la familia y no podemos comer, vestirnos o bañarnos solos, dependemos totalmente de los demás.
¿Qué es el Alzheimer?
El Alzheimer es la causa más común de demencia en el mundo y México no es la excepción, de acuerdo con la ENSANUT 2012, el 8% de los adultos mayores de 60 años tiene algún tipo de demencia y según las estadísticas internacionales, del 60% al 70% de las demencias son por Alzheimer. Se trata de un trastorno en el que ocurren varias alteraciones moleculares que en conjunto ocasionan oxidación y una reacción inflamatoria que lleva a la degeneración de las neuronas hasta su muerte. Se manifiesta como una enfermedad de progresión lenta pero irreversible con alteraciones de la conducta, de la comunicación y del razonamiento.
Causas
El principal factor es la edad, el 99% de los casos ocurre después de los 60 años y va aumentado con la edad, sin embargo no se considera un proceso normal del envejecimiento. Afecta más a las mujeres, a las personas con antecedentes familiares cercanos de Alzheimer en padres, hermanos o hermanas y se ha ligado a cierto tipo de genes. Otros factores importantes son padecer de presión arterial, diabetes, colesterol alto, tabaquismo u obesidad por mucho tiempo o haber sufrido golpes fuertes en la cabeza.
¿Cómo protegerse?
Identificar las causas, también ha llevado a descubrir que las personas que se atienden y llevan un mejor control de enfermedades como diabetes, hipertensión o colesterol alto, tienen menos riesgo de desarrollar la enfermedad. El ejercicio regular, una dieta con muchas verduras y frutas, los granos enteros y el consumo de grasas sanas, así como no fumar, ayuda a evitar cualquier tipo de demencia, incluida la enfermedad de Alzheimer.
¿Qué hacer si se sospecha Alzheimer?
Es necesario acudir a tu clínica con el personal médico para descartar que no se trate de otro padecimiento, ya que los síntomas se pueden confundir con depresión, anemia, deficiencias de vitaminas, intoxicación por medicamentos, accidente cerebrovascular o un tumor cerebral. Son importantes el examen físico completo, especialmente el neurológico y un examen del estado mental. Para descartar otras enfermedades tal vez indiquen una tomografía o una resonancia magnética.
No existe una cura para la enfermedad, pero hay medicamentos que pueden ayudar con los síntomas. El pronóstico es variable, un paciente puede vivir entre 3 y 20 años después del diagnóstico. Para los familiares es un verdadero reto, pero deben saber que no están solos, pregunta en tu clínica por grupos o actividades de apoyo.
Cuida tu salud
Publicado en El Gráfico, en septiembre de 2014.