Hipertensión, la asesina silenciosa

La hipertensión arterial o presión alta es muy frecuente. En México cada año se registran más de medio millón de casos nuevos, tres de cada 10 personas de 20 y más años la padecen y aumenta con la edad, de tal manera que cuando se llega a los 60 años, hasta seis de cada 10 la sufren.

¿Qué es y cómo afecta?

El corazón, para hacer llegar la sangre a todos los órganos, en cada contracción lanza la sangre con fuerza, a esto se le llama presión arterial y tiene dos mediciones: al contraerse (presión máxima o sístole) y al relajarse (presión mínima o diástole). Normalmente la presión debe ser menor de 120/80; cuando se eleva de manera continua y sostenida se trata de hipertensión.

En la presión alta el corazón trabaja más y causa rigidez y acumulación de colesterol en las arterias. No tiene curación pero con tratamiento adecuado puede controlarse. Cuando no se controla favorece enfermedades como infartos del corazón o del cerebro, aneurismas, insuficiencia renal, alteraciones de la visión, mala circulación de las piernas o impotencia en los hombres.

¿Cómo se diagnostica?

A la presión arterial se le llama también el asesino silencioso porque no tiene síntomas y pueden pasar varios años sin que la persona se dé cuenta que la padece provocando daños en el organismo. Es más frecuente en personas mayores de 40 años y se recomienda la detección a todos/as a partir de los 30 o a partir de los 20 años de edad si se tiene diabetes, sobrepeso u obesidad.

Las cifras por encima de 140/90 se consideran presión alta. Para hacer el diagnóstico debe medirse varias veces, en días diferentes. Cuando las cifras se encuentran entre 120/80 y 140/90 se le considera prehipertensión o “normal alta” y puede desarrollarse hipertensión.

¿Qué la favorece?

Hay enfermedades o medicamentos que ocasionan presión alta, sin embargo, lo más común es que no se identifique ningún mal asociado.

Los factores más importantes que la favorecen son: sobrepeso y obesidad, estrés y ansiedad crónicas, comer mucha sal, familiares con hipertensión, fumar y beber alcohol en exceso (más de dos tragos en el hombre y más de uno para la mujer).

¿Cómo se trata?

El tratamiento consiste en eliminar los factores de riesgo y tomar medicamentos. Es indispensable tener una dieta baja en sal, consumir alimentos con potasio y fibra y tomar agua suficiente. Por supuesto, un peso normal, dejar de fumar, no beber alcohol, reducir el estrés, hacer por lo menos 30 minutos de ejercicio diario y dormir bien. Los medicamentos deben ser siempre recomendados por el médico/a, que ajustará la dosis hasta alcanzar una tensión arterial adecuada.

¿Cuándo es más peligrosa?

En pacientes con daño renal, diabetes, cuando se diagnostica hipertensión maligna y en el embarazo.

Todas las instituciones públicas del país hacen la detección de hipertensión sin costo alguno. Y tú, ¿ya te hiciste la detección? Más vale prevenir, cuida tu salud, acude a revisión médica anual.

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