Todas las complicaciones de la diabetes mal controlada son crueles y el pie diabético no es la excepción, se desarrolla de 10 a 20 años después de que se inicia la enfermedad, es más frecuente en los pacientes que no tienen un buen control de los niveles de azúcar y de acuerdo con las estadísticas, 25 de cada 100 personas con diabetes mellitus tipo 2 tendrá una úlcera en los pies, la mitad se infectará y dos van a necesitar que se les realice una amputación.
En la diabetes, con el paso de los años, los nervios van reduciendo su sensibilidad y las arterias su calibre, estos daños a nivel de los pies favorecen la muerte del tejido y pueden causar una úlcera, su infección y en el peor de los casos, gangrena y la amputación.
Se estima que en México, cada 18 minutos una persona pierde una extremidad por diabetes. Por eso es muy importante tener los siguientes cuidados:
- Revisa tus pies todos los días para asegurarte de que no tienes heridas, enrojecimiento, ampollas, problemas de las uñas o estén hinchados. Usa un espejo con aumento o pide ayuda a otra persona para revisar las plantas. Este punto es muy importante ya que por la pérdida de la sensibilidad es posible que no sientas una piedra o clavo del zapato que lastime y hiera tu pie.
- Lava tus pies todos los días con agua tibia (nunca caliente) y una esponja suave, al secarlos hazlo con suavidad. Es decir, no seas brusco ni rudo, trata tus pies con ternura.
- Usa crema hidratante o aceite de almendras para evitar la piel seca y la comezón por encima y por debajo de los pies, ten cuidado de no aplicarla entre los dedos para evitar infecciones por hongos.
- Cada semana, corta las uñas de los pies en forma recta y sin recortar demasiado las esquinas para evitar que se entierren. Si se te entierra una uña ve con el médico o un podólogo.
- Usa calcetines que no tengan elásticos apretados o costuras muy gruesas que lastimen.
- Nunca camines descalzo/a, siempre usa zapatos o pantuflas, ten cuidado de no cortar o golpear tus pies.
- Elije zapatos adecuados que no queden apretados ni muy flojos.
Control de la diabetes
- Desde el diagnóstico, sigue las indicaciones de tu médico/a, en especial la dieta, el tratamiento con medicamentos y las recomendaciones de actividad física.
- Asiste a todas tus consultas.
- Pide a tu médico que te enseñe cómo revisar tus pies.
- Ante cualquier molestia, por ejemplo falta de sensibilidad, enrojecimiento, ampollas o cualquier tipo de herida, acude a tu clínica. Si un pie o dedo se pone azul, muy rojo o negro debe tratarse como una urgencia.
Si tienes alguna herida, no te confíes, no uses remedios ni nada que no esté aprobado por tu médico, puede ser la diferencia entre que pierdas o no el pie.
Una vez más, por tus pies y por tu calidad de vida, si fumas deja el cigarro, fumar disminuye la circulación de la sangre y los niveles de oxígeno, hace que las heridas sanen más lentamente, aumenta la presión arterial y la formación de coágulos. En el pie diabético, fumar acelera la desnutrición y muerte de los tejidos, dicho de otra manera, fumar es dar pasos acelerados hacia la amputación.
Conserva los pies sobre la tierra, cuida tu salud.
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