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Qué es y cómo reconocer un infarto

Imagina un corazón, más o menos del tamaño de un puño, un músculo fuerte y alegre que para latir sin descansar necesita de oxígeno y nutrientes que le llegan a través de las arterias coronarias. Ahora imagina a las arterias coronarias como unas mangueras de buen calibre, limpias y elásticas que con el paso del tiempo se van poniendo rígidas y obstruyendo con una capa de grasa, todo sin dar síntomas hasta que un mal día se tapan por completo o se rompen y forman un coágulo que bloquea el paso de la sangre, entonces la zona del corazón que alimentaba la arteria se queda sin oxígeno, muere y se daña, la persona ha sufrido un infarto.

Infarto al MiocardioLa capa de grasa y la rigidez que afectan las arterias se llama ateroesclerosis y es la causa más importante de infarto al miocardio también conocido como ataque cardíaco. En México, 195 personas mueren al día por un ataque al corazón. No todos los infartos son por ateroesclerosis, pero sí la mayoría y eso significa que un gran número se puede prevenir con hábitos de vida saludable que incluyen no fumar, no beber alcohol en exceso, hacer ejercicio, tener una alimentación sana con frutas y verduras, bajar el consumo de sal y azúcar y evitar la manteca vegetal. Gran parte del daño que se produce por ateroesclerosis comienza a edades tempranas, de ahí la importancia de cuidar la salud desde la niñez y la adolescencia.

Los infartos del corazón pueden ser desencadenados por climas extremos, o después de un estrés emocional o físico intensos, sin embargo no hay manera de predecirlos y pueden ocurrir mientras se descansa o se duerme.

Síntomas de un infarto

La mayoría de las ocasiones no se presentan todos los síntomas, sino una combinación de ellos que pueden duran alrededor de 20 minutos o que tienden a repetirse.

El síntoma más característico es un dolor, generalmente intenso, que puede sentirse como una presión que aplasta o aprieta como una banda alrededor del pecho y que se puede correr al brazo izquierdo, hombro, cuello, estómago o espalda.

Otros síntomas que pueden acompañar a un ataque cardíaco son: ansiedad, tos, mareo, desmayos, palpitaciones, dificultad para respirar, sudoración, náuseas o vómitos. Las personas con diabetes, los adultos mayores y las mujeres pueden tener síntomas menos claros como dolor de baja intensidad, fatiga o debilidad.

¿Qué hacer?

Un infarto es una urgencia médica y la sobrevivencia y la salud futura dependen de que se trate en las primeras dos horas por lo que debe acudirse de inmediato al servicio de urgencias.

La atención que se recibe, depende de la gravedad del infarto; para el diagnóstico le harán un electrocardiograma, análisis de sangre y posiblemente una arteriografía coronaria. El tratamiento médico debe ser inmediato para deshacer los coágulos y apoyar la función del corazón. Existen procedimientos especializados para aumentar el riego sanguíneo, como la angioplastia coronaria, los stents o el bypass coronario. La aplicación de estos procedimientos dependen de su disponibilidad y del estado en el que se encuentre el paciente.

Las personas que sobreviven a un ataque cardíaco tienen probabilidades más altas de sufrir otro ataque y el pronóstico va a depender de varios factores como la extensión del daño al corazón, dónde se localiza ese daño y los cuidados médicos después del infarto.

Recuerda que es mejor la prevención. Cuida tu salud.

Corazón en el olvido, corazón lastimado

Acuérdate de mí, trátame bien, esto es lo tu corazón te dice, préstale atención. Él es el centro de la vida, una magnífica bomba con la más avanzada ingeniería biológica que trabaja sin descansar todos los segundos del año, late en promedio 70 veces por minuto y en un día hace circular alrededor de 7,570 litros de sangre. A pesar de ser fuerte, dedicado y llevarse de maravilla con el pulmón y otros órganos, si no lo cuidamos se va enfermando de manera silenciosa y avisa que está mal cuando es demasiado tarde. De acuerdo con las estadísticas, a pesar de ser tan importante, muchas personas lo tienen en el olvido, razón por la cual las enfermedades del corazón son la primer causa de muerte en el mundo.

En México, 2 de cada 10 muertes son por enfermedades del corazón y cada 5 minutos muere una persona por esta causa. Del total de las muertes por padecimientos del corazón, el 67.5% corresponde a infartos, lo que significa que cada hora, 8 personas mueren de un ataque al corazón.

Casi todos los infartos ocurren cuando las arterias que llevan sangre y oxígeno al corazón se tapan porque en sus paredes se acumula una sustancia llamada placa (ateroesclerosis) que se compone de colesterol, de otro tipo de grasas y de células inflamadas. La placa se va acumulando poco a poco y va cerrando las arterias que alimentan de sangre al corazón, a veces la placa se rompe y se forma un coágulo de sangre que bloquea la circulación, otras veces la placa crece hasta tapar las arterias por completo.

Ateroesclerosis

¿Quiénes tienen más riesgo de padecer del corazón?

Las personas que tienen antecedentes familiares con padecimientos del corazón desde muy jóvenes; los hombres mayores de 45 años y las mujeres mayores de 55 años. La historia familiar no se puede modificar, pero hay otros factores que si se pueden cambiar o controlar son:

  • Ser fumador, decídete y déjalo de una vez por todas
  • Beber alcohol en exceso, se recomienda no beber más de una copa diaria a las mujeres o más de dos a los hombres.
  • Presión arterial alta (hipertensión), diabetes, colesterol alto, sobrepeso u obesidad. Todas son condiciones que se pueden prevenir o tratar y controlar
  • Alimentación con exceso de grasas, es necesario evitar los alimentos con grasas trans (manteca vegetal) o con exceso de colesterol, sodio y azúcar
  • Falta de actividad física, por eso ten como meta por lo menos 30 minutos de ejercicio diario. Los mejores resultados son cuando se hace una hora por día.

¿Cómo prevenir un ataque cardíaco?

Para conservar sano el corazón disminuye y elimina los factores de riesgo. En un estilo de vida saludable no hay lugar para fumar, beber alcohol en exceso, ni para el consumo de bebidas y comida chatarra como refrescos, botanas o pastelillos que tienen cantidades exageradas de sal, azúcar o grasas trans.

Cierto es que al corazón se llega por el estómago, entonces come verduras y frutas, las de color rojo como el jitomate son especialmente buenas; pan y cereales con granos enteros; frijoles, lentejas, y otros alimentos con fibra como nopales ayudan a controlar los niveles de colesterol; carnes rojas con poca grasa (no más de dos veces por semana), pescado (mínimo dos veces a la semana) y carnes blancas como el pollo sin la piel.

Acude a tu clínica para la detección de enfermedades, realiza toda la actividad física que sea posible y aprende a manejar el estrés y otras emociones negativas que también lo afectan.

Si no te cuidas, te podrás engañar a ti mismo pensando que todo está bien, pero no podrás engañar a tu corazón.

Grasas trans, un tipo que debes evitar

No hay lugar a duda, las grasas trans artificiales son malas para tu salud: elevan los niveles del colesterol malo, bajan los del colesterol bueno y aumentan los triglicéridos en la sangre; el resultado final es que su consumo aumenta el riesgo de sufrir embolias cerebrales, ataques al corazón y diabetes.

En Estados Unidos de América, desde el año 2006 es obligatorio reportar en las etiquetas de los alimentos el contenido de ácidos grasos trans y ahora, a través de la Agencia de Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés), el gobierno está por declararlas como no seguras para su consumo y prohibir así, en todo el país, su uso en la elaboración de alimentos, tan solo con esta medida se podrán prevenir 20 mil casos de enfermedad coronaria y 7 mil muertes anuales por enfermedades del corazón.

¿Qué son las grasas trans?

Son grasas artificiales que se forman al agregar hidrógeno a los aceites vegetales líquidos, proceso que las convierte en grasas sólidas que se venden como manteca comestible, manteca vegetal o margarina.  Se crearon para sustituir las grasas animales pensando que eran más saludables pero resultó todo lo contrario. Todavía muchas personas creen que por tratarse de aceites vegetales son buenas, pero no es así, el proceso de hidrogenación las convierte en una verdadera amenaza para el corazón. Son muy utilizadas por la industria por su bajo costo, para mejorar la textura, la duración de los alimentos y la estabilidad del sabor.

¿Qué contiene grasas trans?

En México, no hay obligación de informar en la etiqueta el contenido de grasas trans, y la única manera  de saber si un producto las contiene es leyendo la lista de ingredientes. Ahí aparecerán como: aceite vegetal hidrogenado o parcialmente hidrogenado, grasa comestible, grasa vegetal o manteca vegetal.

Las grasas trans vienen en alimentos procesados: pasteles, galletas, pays, palomitas de maíz para ChatarraComidamicroondas, crema para café, margarinas, comida congelada, tortillas de harina, fabricación de ciertos tipos de quesos, bases para helados, rellenos para panificación, cremas tipo chantilly, sustitutos de leche condensada o fritos.

Muchos de los alimentos que se venden en establecimientos de comida rápida o panaderías pirata usan manteca vegetal para freír o elaborar sus harinas; lo mismo sucede en los puestos callejeros para cocinar las fritangas, y seguramente muchos usan manteca comestible en la elaboración de tamales. Dos de las marcas mas conocidas de manteca vegetal o grasas trans son la Inca y Lyrio.

¿Cómo evitar las grasa trans o manteca vegetal?

A México le urge una modernizada a la regulación de grasas trans para prohibirlas en la elaboración de alimentos y la venta al público.

Seguramente la Secretaría de Salud tomará cartas en el asunto; mientras tanto, es importante que leas los ingredientes de los productos procesados y evites los que contienen aceite vegetal parcialmente hidrogenado o manteca vegetal.

Por otro lado, toma conciencia de que la comida rápida y muchos alimentos callejeros son elaborados con manteca vegetal y por salud es mejor no consumirlos.

Cambia a una alimentación con más vegetales, leguminosas, granos enteros y frutas, usa para cocinar ComidaSanaaceite vegetal líquido de canola, girasol, soya, cártamo o maíz.  Es preferible emplear mantecas animales como la de cerdo o mantequilla, que las mantecas vegetales o margarina.

En México, las muertes por enfermedades cardiovasculares representan 18% de todas las defunciones, lo que equivale a 12 muertes cada hora o una cada cinco minutos. Somos también uno de los paises con más alto consumo de grasas trans, Eso debe cambiar.

Lecturas recomendadas

Hablemos de las Grasas Trans Lo que usted debe saber. http://www.fda.gov/downloads/Food/IngredientsPackagingLabeling/UCM210720.pdf

Global, regional, and national consumption levels of dietary fats and oils in 1990 and 2010: a systematic analysis including 266 country-specific nutrition surveys http://www.bmj.com/content/348/bmj.g2272

 

 

Sal: sal de mi vida

El sodio es indispensable para la vida, tiene varias funciones vitales como equilibrar el contenido de agua, de bases y ácidos en la sangre, así como ayudar a conducir la energía eléctrica necesaria para mover los músculos.

Sin embargo, como casi todo en la vida, el sodio en exceso es perjudicial y tiene varios efectos nocivos. El riñón es el filtro del cuerpo y se encarga de limpiar la sangre, pero cuando de sodio se trata es malo para eliminarlo, pues cuando se consume en exceso se eleva en la sangre y aumenta la retención de líquidos para subir la presión arterial y obligar al riñón a filtrar el sodio.

La elevación de la presión arterial ayuda a eliminar el sodio en exceso pero también agrega una carga para las arterias, que con el tiempo se dañarán y provocarán más hipertensión, así como otras enfermedades cardiovasculares, aumentando el riesgo de infarto.

Además, la retención de líquidos o “hinchazón del cuerpo” producida por el exceso de sal empeora la hipertensión arterial y el estado de salud de las personas con problemas del corazón, riñones e hígado.

El sodio en la dieta se mide en gramos (g). La sal de cocina contiene un 40% de sodio y una cucharada pequeña de sal de cocina contiene 2.3 gramos de sodio. La cantidad que el organismo necesita diariamente para mantener su balance de sodio es alrededor de 0.5 gramos; se recomienda que los niños no deben consumir más de 1.2 gramos y los adultos más de 2.3. Si se tiene hipertensión arterial no se deben rebasar 1.5 gramos diarios y si se padece del hígado, riñones o corazón la cantidad debe reducirse aún más.

Pero mucho ojo, actualmente el consumo promedio de sodio por día de un adulto es entre 9 y 12 gramos diarios, es decir, 10 veces más la recomendada en personas sanas.

¿De dónde viene la sal que se consume?

Muchos alimentos, entre ellos la carne y el pescado, tienen sal de manera natural pero en bajas cantidades; de 75 a 78% puede provenir de alimentos industrializados en los que además del sabor, se agrega para dar color, controlar la fermentación, incorporar otros ingredientes o esponjar los alimentos.

¿Cómo disminuir la ingesta de sal?:

  • Consume alimentos frescos.
  • Evita o disminuye en lo posible los alimentos procesados, los más altos en sal son: sopas, atún, sardinas y vegetales en lata; queso, salsas, salchichas, soya, jugo de tomate, pepinillos, jamón, aderezos para ensalada, algunos refrescos y todo tipo de frituras.
  • Evita o disminuye las comidas rápidas altas en sal como pizzas, hamburguesas, hot dogs, papas o pollo frito.
  • Lee las etiquetas y averigua el contenido de sodio. Otras formas en las que se encuentra además del cloruro de sodio son: glutamato monosódico, nitrito de sodio, sacarina de sodio, polvo para hornear, bicarbonato de sodio o benzoato de sodio.
  • Comienza a usar menos sal de la que piden las recetas.
  • En los restaurantes pide tus alimentos sin sal y las ensaladas con el aderezo a un lado para que puedas controlar la cantidad.
  • Quita el salero de la mesa y no lo uses.
  • Ajusta tu paladar.

Tal vez al principio te parezcan un poco insípidos los alimentos, pues tu lengua estará acostumbrada al sabor de la sal, pero sólo será por unos días y comenzarás a recuperar el gusto por el sabor natural de la comida y disfrutarla sin dañar a tu organismo.

Infórmate, cuida tu salud.