Según la leyenda de Píndaro, Asclepio era hijo de Apolo, dios principal de la salud en el Panteón griego, y de Coronis, una mortal. Las historias del nacimiento e infancia de Asclepio son un tanto escabrosas y tratan de explicar porque su padre Apolo lo abandonó en las montañas para encargar su educación al centauro Chirón, sabio de la magia antigua, de la música y de la medicina. Asclepio, muy pronto llego a tener una gran habilidad en la medicina y fue a practicar sus artes a las ciudades griegas. Descubrió por si sólo como resucitar a los muertos causando el enojo de Plutón por reducir el número de almas que llegaba a los infiernos.
Asclepios, significa “incesantemente benévolo” y en la mitología romana fue conocido como Esculapio.
Para defender sus intereses Plutón le pidió a Zeus, matar a Asclepio quien lo fulminó con sus rayos. Pero Asclepio no descendió a los infiernos, fue convertido en dios y transformado en la constelación conocida como Serpentario.
Antes de que Plutón se enojara con Asclepios tuvo como esposa a Epone y siete hijos: tres varones Poladiro, Macaon y Telesforo, los dos primeros fueron médicos que cuidaban heridos y enfermos y aparecen en la Ilíada, y cuatro hijas Hygia (la salud), Panacea (la curación universal), Iasu (la enfermera) y Egle o Aiglea que era partera y oculista.
El caduceo del dios de la medicina Asclepios, está representado por un bastón o caña recta, sin ningún tipo de empuñadura, con una copa en el extremo superior y una serpiente enrollada con la cabeza fuera o dentro de la copa.
Asclepios era el único dios al que no se le conocieron vicios, y representa el ejemplo de la conducta intachable que debe tener un médico. El bastón significaba edad, experiencia y tolerancia; y la víbora, un revivir continuo con más fuerza.
En la mitología griega Hygia (en griego antiguo Υγιεία Hygieía o Υγεία Hygeía, ‘salud’), era la diosa de la curación, la limpieza y la sanidad (posteriormente, también de la luna). De su nombre deriva la palabra «higiene» y su equivalente en la mitología romana era Salus.
En el arte a veces aparece Hygia al lado del dios, con una copa que también tiene una víbora enroscada, representando el símbolo de la farmacia. En la copa esta el Farmacon, la droga que directamente causa daño, pero que con la Virtus, característica de la víbora, se transforma en Potion: remedio apto para tomarse. Mientras a su padre se le asociaba con la curación a Hygia se le relacionó con la prevención de enfermedades y el mantenimiento de la salud.
Adquirió mayor relevancia y un significado propio hasta que el Oráculo de Delfos la reconoció tras las plagas que devastaron Atenas en los años 429 y 427 a. C. y Roma en el 293 a. C. Sus templos principales estaban en Epidauro, Corinto, Cos y Pérgamo.
Las historias, leyendas, cuentos y fábulas de Hygia siguen a la espera de ser escritas.
La muy rica cultura griega, siempre presente en nuestra cultura.