Todas las emociones tienen un propósito y la ansiedad no es la excepción, es parte del sistema de alarma que se activa cuando nos sentimos amenazados o en peligro y se acompaña de cambios en el cuerpo que nos preparan para luchar o para huir: el corazón y la respiración se aceleran, hay tensión muscular, sudoración, las manos y piernas tiemblan, y podemos sentirnos fuertes o como gelatina, ante el aumento de adrenalina y de otras sustancias químicas.
La ansiedad es una respuesta normal que puede ser leve o muy intensa, es inmediata e instintiva, ya después nuestra parte racional procesa la situación y decide si la amenaza es real o una falsa alarma. Para la mayoría de las personas, las situaciones nuevas o desconocidas producen ansiedad; un examen nos pone nerviosos si podemos reprobar, hablar en público si nos expone a una vergüenza, caminar por una calle oscura es amenazante si existe la amenaza de un asalto, es normal sentir aprensión.
En dosis pequeñas la ansiedad nos ayuda a concentrarnos, estar alerta y a prepararnos para nuevas situaciones. Sin embargo, si la ansiedad es muy fuerte podemos sentirnos abrumados o torpes, y en situaciones extremas paralizados.
¿Qué es un trastorno de ansiedad?
Cuando sufrimos ansiedad con mucha frecuencia e intensidad, de manera que el nerviosismo es desproporcionado a la situación e interfiere con la vida diaria y la felicidad, estamos ante un trastorno de ansiedad.
Los trastornos de ansiedad son muy frecuentes, hasta una de cada cuatro personas llega a padecerlo alguna vez en su vida, afecta a cualquier edad y puede presentarse de manera repentina o gradual, es decir, aumentar poco a poco. Muchas veces la ansiedad se presenta sin que la persona sepa qué la causa. Los trastornos más comunes son:
- Ansiedad generalizada. Es una preocupación exagerada en la que se piensa que siempre ocurrirá lo peor (escuela, trabajo, salud, seguridad de los familiares, el futuro), la vida es agobiante y se acompaña de síntomas físicos como dolor en el pecho, de cabeza, de estómago, vómitos, tensión muscular y cansancio. Es un factor de riesgo para muchas enfermedades.
- Trastorno obsesivo compulsivo. La ansiedad toma la forma de obsesiones y compulsiones para tratar de aliviarla.
- Fobias. Son miedos intensos a situaciones especiales o cosas que realmente no son peligrosas. Las fobias hacen que las personas eviten lo que les causa miedo
- Crisis de angustia. Pueden ocurrir sin una razón aparente y se acompañan de palpitaciones, mareo, sensación de ahogo o entumecimientos
- Trastorno de estrés postraumático. Es consecuencia de una experiencia del pasado traumática o aterradora, se puede acompañar del recuerdo frecuente de la experiencia con pesadillas y temor constante
¿Qué causa los trastornos de ansiedad?
Se cree que el origen es multifactorial y en el influyen: genética, bioquímica del cerebro, circunstancias estresantes de la vida o comportamiento aprendido
Por ejemplo, criarse en una familia donde otros están ansiosos, enseña a un niño a ver el mundo como un lugar amenazante. Crecer o vivir en un ambiente peligroso, con violencia familiar o comunitaria, también predispone a la ansiedad crónica.
La buena noticia es que la ansiedad se puede tratar, es importante no sufrirla solo, aprender técnicas de relajación (yoga, meditación, tai chi), dormir bien, evitar el alcohol en exceso, el tabaco y otras drogas, así como alimentarse sanamente y practicar ejercicio de manera regular.
Y por supuesto, acudir con el médico o psicoterapeuta, porque puede ser necesario apoyar con medicamentos y terapia.
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