El 8 de marzo se conmemora el día internacional de la mujer, un día muy especial en el que se busca reflexionar sobre los avances en la igualdad de oportunidades de las mujeres en la sociedad.
La realidad es que aún las sociedades más avanzadas tienen diferencias sociales que ponen en desventaja a la mujer. De acuerdo con Social Watch que mide los avances para la erradicación de la pobreza y justicia de género, los países con el mejor índice de género son Suecia y Finlandía, México se ubica en el lugar 99 entre 133 países y sus calificaciones más bajas son en actividad económica y empoderamiento.
Empoderar a la mujer significa fortalecer su posición social, económica y política, significa que pueda tomar decisiones sobre si misma y su entorno.
Uno de los mitos sexistas más difundidos es que la mujer es tonta, que no tiene las mismas capacidades intelectuales que el hombre y para colmo de males, es visceral y no tiene control sobre sus emociones. La desventaja de afirmar lo anterior es que si no es lista ni capaz, entonces solo es útil para tareas menores como el cuidado de la casa o la limpieza, actividades poco valoradas socialmente y de baja compensación económica.
Algunas veces escuche cuestionar la capacidad de las mujeres con preguntas como: ¿por qué la mayoría de los genios de la ciencia y literatura son hombres? ¿Cuáles grandes descubrimientos ha hecho la mujer? ¿Por qué hay tan pocas mujeres artistas que han destacado en música, pintura o literatura?
La explicación es simple, el acceso a la educación.
En muchas sociedades la educación simplemente se negó a las mujeres, porque no se consideraba apropiado y esta creencia se puede corroborar en “citas celebres” de grandes pensadores, ejemplo:
“Por muchas razones no es bueno que la mujer estudie y sepa tanto” Mòliere (1622-1673) Dramaturgo francés
Podemos pensar que es cosa del pasado, pero este mismo pensamiento lo seguimos reproduciendo en chistes y bromas:
¿En qué se parece una mujer a una computadora?, no tienen inteligencia pero que memoria.
Era una mujer tan tonta, tan tonta que hasta las demás se dieron cuenta.
A veces, inmersas en una sociedad que nos mal enseña desde pequeñas cuál es nuestro papel en las relaciones de género, no es fácil que las mujeres nos percatemos de la situación de dependencia y podemos vivirla como algo normal y natural, como algo propio del mundo que nos ha tocado vivir. Sin embargo, nunca es tarde para reflexionar y cuestionar nuestro papel en la sociedad y darnos la oportunidad de ir contra la corriente.
¿Cuál es la forma en la que más rápido podemos avanzar en el empoderamiento y en el cuestionamiento de roles estereotipados que fomentan la inequidad y la discriminación de la mujer? Sin duda la educación, la educación escolar y una educación sobre derechos humanos y igualdad.
Hoy el mejor regalo que las madres y padres pueden hacer a sus hijas es promover y apoyar su educación, una mejor escolaridad les permitirá mejores oportunidades de empleo, un mejor empleo mayor ingreso económico y un mejor ingreso más independencia y autonomía.
Celebremos el día de la mujer, reflexionemos y apoyemos la educación de la mujer.
Publicado en El Gráfico en Marzo de 2011