En México tenemos una deuda muy importante con las madres, el próximo año se cumple el plazo para alcanzar los Objetivos del Milenio y aún estamos lejos de alcanzar la reducción de la mortalidad materna de 75% que se planteó hace casi 25 años. Una pregunta que no podemos dejar de hacernos es ¿por qué no logramos reducir la muerte materna?
El momento más vulnerable del embarazo es alrededor del parto, ese instante dónde surge una nueva vida es también el más cercano a la muerte.
Por ello, una manera de evaluar el acceso y la calidad de los servicios de salud es a través de la atención materna. Pero no es tan simple, son determinantes además: el estado de salud de la mujer en general, la igualdad de género, la educación, el ingreso, la cultura, el compromiso con sus derechos sexuales y reproductivos y la aplicación de la ley.
En el año 2012, se registraron 960 defunciones maternas con una razón de mortalidad de 42.3 por cada 100 mil nacimientos, casi el doble de lo que se comprometió para 2015.
Al 10 de marzo de 2014, en cifras preliminares han ocurrido 180 defunciones, nueve más que a la misma fecha en 2013, la principal causa de muerte en 49 de ellas fue la enfermedad respiratoria (¿influenza?), en segundo lugar la preeclampsia (35) y en tercer lugar la hemorragia obstétrica (28).
Se conocen tres aspectos claves para identificar y tratar las complicaciones del embarazo, cuando alguno falla, se producen demoras que pueden tener como resultado el fallecimiento de la mujer y su bebé.
- La búsqueda inmediata de atención médica cuando se presentan signos de alarma en un embarazo, para lo anterior es necesaria la atención prenatal en la que se apliquen las medidas de protección, se identifique un embarazo de alto riesgo, y se proporcione la información sobre los síntomas o signos para que la mujer acuda de emergencia a su clínica.
- El acceso universal a la atención, sin barreras de ningún tipo (organización, económicas, geográficas) para la atención del embarazo, parto y puerperio.
- La calidad de la atención médica, que incluye contar con el personal, instalaciones, medicamentos y equipo para resolver las complicaciones obstétricas que se pueden presentar, con un trato digno y respetuoso.
La muerte materna afecta más a las mujeres de bajo ingreso, las de menor nivel educativo, las que viven en situación de violencia y a las adolescentes. Los factores que aumentan las complicaciones son:
- Ser menor de 20 años o mayor de 35 años
- Padecer obesidad, desnutrición, diabetes, hipertensión, enfermedades cardiacas, de los riñones, de la inmunidad o cáncer
- Tener una o más cesáreas previas
- Tener cinco o más embarazos previos
- Antecedentes de preeclampsia o eclampsia
Si tienes alguna de estas condiciones, acude con tu médico antes de embarazarte para recibir consejería y en su caso adoptar un método de planificación familiar.
Si quieres embarazarte infórmate sobre el tipo de cuidados que debes tener antes. Si ya esperas un bebé, acude a la atención prenatal, sigue las indicaciones, pregunta por los signos de alarma y prepara un plan de emergencia, por si algo sale mal.
Si estás cerca de una mujer embarazada no fumes junto a ella, trátala siempre con cortesía y consideración.
Para reflexión: una madre es el mayor recinto de amor y de apoyo, apoyemos con cariño y respeto a todas las madres.