“Cuando no se ama demasiado no se ama lo suficiente”. Blas Pascal
Para la ciencia, el amor es un fenómeno neurobiológico complejo en el que interviene la confianza, el placer y las recompensas en el cerebro, a través de neurotransmisores y hormonas que producen sensaciones gratificantes y placenteras que son necesarias para sobrevivir.
Son muchos los estudios que refuerzan el papel del amor, el placer y el deseo en la reducción del estrés, el bienestar y la salud.
El amor de pareja. Como ejemplo, un estudio comparó las cifras de presión arterial y encontró que las parejas que viven una relación satisfactoria tienen la presión más baja que las solteras. Sin embargo, las que viven una mala relación son las que tienen las cifras de presión más altas.
Las parejas amorosas apoyan más los hábitos saludables y refuerzan actividades como el ejercicio, lavarse los dientes o comer más sanamente. Se cuidan mutuamente y desaniman las conductas peligrosas del otro/a. Así mismo, las parejas que expresan sus diferencias con respeto, tienen un sistema inmunológico más resistente. Por el contrario, aquellas que al pelear son más agresivas, evasivas o negativas, tienen niveles de defensas más bajos.
Amor, cariño, amistad. Algo que todos sabemos es que no sólo en pareja se vive el amor, compartimos ese sentimiento con la familia, con parientes y con amigos/as. Tener lazos de amistad fuertes aumenta un 50% más la longevidad. No es sólo la fuerza de la relación, sino también la actitud con la cual nos involucramos en esas relaciones.
Y mucha atención: los mayores beneficios no vienen de recibir amor, sino más bien de darlo a los demás, son las personas que ayudan y apoyan con sinceridad a otras, sin intereses egoístas, las que más ventajas sacan del amor.
¿Cómo es esto posible? Las personas que tienen una vida rica en compasión, altruismo y significado tienen niveles más bajos de inflamación celular. Conectarse con otros de manera positiva es como un amortiguador que reduce los efectos negativos del estrés.
Espacios para el amor en tu vida. La presencia de los seres que amamos profundamente eleva los niveles de dopamina, un poderoso neurotransmisor que dispara la motivación, el optimismo, la energía y la sensación de bienestar, basta con ver fotos de los amados/as para que la descarga de dopamina nos inunde con energía y optimismo. Abrazarse y tomarse de la mano ayuda a secretar oxitocina, una hormona que baja los niveles de estrés y la presión arterial, mejora el humor y aumenta la tolerancia al dolor.
El desamor. El rechazo, la indiferencia, la violencia, la pérdida; el amor cuando va mal, también afecta la salud. Las personas que pasan por un divorcio o quedan viudas tienen 20% más probabilidad de enfermar.
Lo mismo sucede cuando en una relación predomina el enojo y el resentimiento, hay un mayor riesgo de padecer del corazón, diabetes, cáncer o alguna discapacidad.
Cuida tu salud, alimenta tu vida de amor.
“El amor verdadero no devalúa a otro ser humano. El amor verdadero no calla, avergüenza o abusa”.